jueves, 13 de marzo de 2014

13:14 - No comments

Con los ojos cerrados


Te tengo delante, me han pedido que te observe, y yo, como aprendiz que soy, obedezco. También me han sugerido que deje pasar un tiempo, pero que te mire y haga lo que tengo que hacer. Y aquí estamos, tú y yo. Yo me tengo por real, por auténtica, pero tú…

Si te miro de frente veo arcos perfectos sostenidos por robustas columnas que me afano en clasificar pero es inútil, luego, llego a la conclusión de que la naturaleza las ha proyectado para tal fin.

Si te contemplo desde el ángulo izquierdo,  descubro un bosque tan perfecto que no puede ser de verdad.

Si te miro con los ojos cerrados, me encuentro cabalgando por un laberinto de mazes y me resulta imposible saber cuál de los caminos que me brinda es el que debo seguir.